Tanto tiempo de vivir en sombras,
de vagar sin vida.
Tantas noches de soñar contigo
sin tenerte cerca.
Tanto llanto, tanta ausencia,
me tenía vencida
y sola caminé por mil senderos.
Las estrellas el mar y la luna
no se conmovieron
su silencio desdeñó mi pena
desafió mi orgullo.
Y en mi penumbra
la pequeña estrella
de un lindo cocuyo,
fue mi confidente
escuchó mis quejas
y lloró también.